Han sido en total nueve días de trabajos en tierra, mantenimiento y
reparaciones para tener todo a punto a bordo del MAPFRE en su vuelta a
la acción. Tras disputar ayer miércoles la regata de entrenamiento en
aguas de Itajaí, mañana viernes la flota disputará la séptima regata
costera de la Volvo Ocean Race, prueba que los de Xabi Fernández
afrontan con fuerza y dispuestos a pelear por obtener el mejor resultado
posible.
“El objetivo de las regatas costeras es seguir peleando por la
general, la cual vamos liderando y sabemos que es una clasificación
importante de cara al final, por si hay un empate. Viendo lo justo que
vamos todos los barcos, y sobre todo con el Dongfeng, puede llegar a ser
muy importante y decisivo, así que hay que pelear por esta costera en
Brasil para seguir manteniendo ese liderato. Además, son regatas en las
que también cuenta y afecta bastante a la moral del equipo de cara a la
salida de la siguiente etapa”, explicaba el patrón vasco tras
llegar a tierra después de una regata de entrenamiento en la que el
MAPFRE ha aprovechado para probar todo el material y terminar la puesta a
punto tras el `refit´.
“La regata de entrenamiento ha ido muy bien; ya hemos preparado
todas las velas de la etapa y hemos aprovechado para comprobar un poco
que esté todo bien y listo. El equipo de tierra ha hecho un buen `refit´
y la verdad es que está el barco como nuevo”.
Con la salida programada para las 14:00 hora local (19:00 hora
peninsular en España), todo apunta a que la intensidad del viento
rondará los 8-10 nudos en el campo de regatas, que estará situado frente
al Race Village y constará nuevamente de un recorrido
barlovento-sotavento de entre dos y cuatro vueltas en función de las
condiciones.
En palabras de Joan Vila, navegante del MAPFRE, “por la mañana
habrá lo que son los restos del terral, luego tendremos un poco de
calmas al mediodía y esperamos que a la hora de la costera ya empiece a
saltar el térmico, que podría estar en unos ocho nudos o tal vez unos
10. El recorrido será el típico barlovento-sotavento que ya hemos hecho
en el resto de costeras. Son recorridos muy cortos y hay que tratar de
hacer una buena salida, buenas maniobras e ir ganando metro a metro”.
Así, los de Xabi Fernández saldrán al agua decididos a anotar un buen
resultado que les permita continuar al frente de la general de las
regatas costeras. Los días de descanso tras una durísima séptima etapa
han venido bien al equipo, por lo que la tripulación vuelve a la acción
con fuerzas renovadas tal y como afirma el navegante catalán: “Se
nota el descanso, que nos ha venido bien a todos. En la regata de
entreno ha ido todo bien y todo el mundo está al cien por cien, dándolo
todo y haciendo el mismo trabajo que hemos hecho hasta ahora. Si
seguimos con esta misma trayectoria tenemos bastante confianza en
nuestras posibilidades”.
MÁS DECLARACIONES
Xabi Fernández, patrón
Volvemos después de casi una semana de descanso tras terminar la
etapa 7, que fue más larga de lo previsto y al final nos dio para ir a
casa unos días antes de volver para echar el barco al agua. Somos conscientes de que la regata empieza ahora, quedan cuatro
etapas por delante y estamos sólo un punto por detrás del Dongfeng, así
que tiene que estar todo preparado.
Támara Echegoyen, trimmer
La verdad es que unos de los principales objetivos durante el
descanso era desconectar, porque fue una etapa larga y dura. Me fui a
Chile, que está cerca y además es donde está viviendo mi hermano, así
que fueron seis días de desconexión, nada de mar, nada de barco, mucha
lectura y cargando pilas, porque será necesario para la siguiente etapa.
La verdad es que la vuelta a Brasil ha sido intensa, había mucho
trabajo que hacer y el equipo de tierra ha hecho un trabajo excelente.
El barco ya está en el agua, hicimos la regata de entrenamiento y
pudimos probar todas las velas que queremos utilizar en la siguiente
etapa y dejar todo preparado para la costera, así que creo que estos dos
últimos días han sido muy productivos.
La verdad es que la etapa anterior fue muy dura, no sólo físicamente
sino también psicológicamente. Para regatistas como yo, que estamos en
nuestra primera experiencia de vuelta al mundo, creo que ahora somos un
poco más conscientes del tipo de competición que estamos haciendo, de
los peligros que conlleva y sobre todo de que es un deporte extremo y
debemos ser conscientes de ello. La verdad es que mi mentalidad cambió
un poco ahora y creo que para mejor. Tengo más conocimiento y todavía
más tranquilidad, porque después de haber pasado por situaciones tan
difíciles y ver cómo el equipo responde y sabe lo que debe hacer es algo
que te da confianza para seguir. Así que bueno, soy una Támara
diferente.
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